Argentina: la música que nunca se olvida
De la tierra de la carne y el buen fútbol, de uno de los países considerados culturalmente diversos es el tango. Un género musical y una danza sensual con orígenes multiétnicos.
En Argentina, la identidad nacional, a través de la música, se construye desde la época en la que los inmigrantes de los países europeos se repartían por todo el territorio argentino. Asimismo, los fenómenos políticos y culturales del país marcaron una identidad y unos patrones culturales de la mano de la música que, a propósito, se dividió en dos tendencias: el folclore argentino, derivado de la zamacueca, y la música rioplatense, que son el tango y la milonga.
Estos últimos nacieron en Buenos Aires y han sido, en especial el tango, grandes referentes de la cultura argentina. La milonga bailada y el tango cantado tenían un alto grado de complejidad técnica. La milonga constituye una música seria y un poco movida. Por su parte, el tango es una música urbana, cuyas letras expresan, en su mayoría, las tristezas y desengaños en cuanto al amor. Estas suelen ir acompañadas de melodías dramáticas.
Sin embargo, la diferencia entre estas no tiene mayor significado. La milonga incluye muchos elementos básicos del Tango Argentino, pero sus letras son menos reservadas y su ritmo es más divertido y ligero. En cuanto al baile, el tango es un baile de exhibición que incluye cuadros acrobáticos y que lleva consigo un derroche de sensualidad. Es un arte complejo, con pasos largos, quiebres de cuerpo, juegos de piernas y pies, donde no cualquiera es buen bailarín.
Imagen cedida por: Yessica Alejandra Peñaloza Gámez
Luego de algunos años, en Argentina se comienzan a desarrollar—como música popular —tres nuevos géneros: el rock nacional, la cumbia y el cuarteto.
Las características de la identidad nacional musical argentina son la nostalgia y la sobriedad, características que son expuestas a través del tango, mientras que el rock es en sí un símbolo de rebeldía, pues en sus orígenes fue una herramienta que le permitió a los jóvenes expresarse contra las dictaduras. A pesar de esto, el tango ha sido un exponente cultural argentino tan internacionalizado que hoy en día sigue siendo reconocido y hasta fusionado con nuevas músicas como la clásica. De allí nacen compañías de tango como ‘’Tangokinesis’’, dedicadas a fusionar estas corrientes musicales.
Hoy en día también se habla del ‘’tango electrónico’’ o ‘’electrotango’’, que surgió de la unión entre el tango y la música electrónica hacia principios de los 2000 en Argentina. Otros géneros musicales que de algunos años para acá le han dado vida y han tratado de reinventar el tango son el pop y, por más extraño que parezca, el punk. Además, ahora también se fusiona con bailes como la danza árabe.
Por: María Paula Medina
Imagen cedida por: Yessica Alejandra Peñaloza Gámez
Alma de Tango: un lugar para la danza y la sensualidad
Luz tenue, música a todo volumen y pies cruzados. Bienvenidos a Alma de Tango, un lugar repleto del tango argentino. Lo primero que puede detallarse es un salón de espejos. En él, los hombres y las mujeres bailan sin despegar sus ojos de sus rostros.
El tango, un género tan sobrio, sensual y elegante con tan solo escuchar, no parece nada fácil de aprender. En Alma de tango, todos reproducen movimientos que exigen concentración y destreza. Los pasos, cada uno con una instrucción diferente, son complejos. Sin embargo, una mujer, de entre todas las que bailaban en el salón, sobresalía por su fineza y seguridad a la hora de bailar. Era Gina Medina.
Gina es bailarina de tango hace mucho tiempo, fue finalista en el Concurso Mundial de tango y tiene su propia academia. Gina, con entusiasmo, recibía a todos con una gran sonrisa y un caluroso abrazo , pues de acuerdo con ella, “esas son las cosas que logra un baile como el tango’’. Lo que quiere decir Gina, es que como el Tango exige cercanía con la pareja de baile, esto hace que exista una mayor confianza.
En sus inicios, el tango era un baile machista, me relató Gina. Se trataba de una demostración, de la exaltación de quién era el más barón. Sin embargo, mostrando sus dientes con una gran sonrisa, ella asegura que en su experiencia personal, el tango ha significado algo completamente diferente, ha sido un baile que conduce, guía, cuida y hace ver hermosa a la mujer en la pista.
Con una gran sonrisa dibujada en su rostro, Gina relataba todo lo que ha vivido gracias al tango. Según ella, el tango nunca morirá, pues las personas como ella, que son abiertas a la música, siempre proponen algo nuevo. De eso se trata, de incluir nuevos elementos para el tango, sin dejar que su esencia se esfume con el tiempo y con los nuevos ritmos.
La música, aún más, una música tan romántica y elegante como lo es el tango, nunca debe dejarse a un lado. En nuestro país este género musical tan arraigado a las raíces musicales de Argentina ha contado con gran acogida, así como los nuestros en otros países, en especial, los latinoamericanos.
Al salir de Alma de Tango, muchas cosas quedaron guardadas en mi memoria. En especial, que el tango, más allá de ser un baile o una canción, es el trasfondo histórico de toda una cultura, que debe apreciarse como un tesoro, que nunca tiene por qué acabar, siendo una digna representación del arte y, que para quienes le aman, es una muestra de cercanía, amor, sensualidad y complicidad.
Esbozando nuevamente una sonrisa, Gina asegura que su querido tango nunca morirá. De acuerdo con su testimonio, las personas como ella, que son abiertas a la música, siempre proponen algo nuevo. “De eso se trata, de incluir nuevos elementos para el tango, sin dejar que su esencia se esfume con el tiempo y con los nuevos ritmos”.
"Con una gran sonrisa dibujada en su rostro, Gina relataba todo lo que ha vivido gracias al tango. Según ella, el tango nunca morirá, pues las personas como ella, que son abiertas a la música, siempre proponen algo nuevo".
Por: María Paula Medina
Imagen cedida por: Yessica Alejandra Peñaloza Gámez
Carlos Libedinsky
Imagen tomada de: Entrevista realizada por Skype
Referirse a raíces musicales es referirse también a hace 200 años; si pretendemos recuperar las raíces que hacían las personas hace tanto tiempo, es casi imposible hacerlo, teniendo en cuenta que se piensa en recuperar el contexto de esas personas y ahora nuestro contexto es completamente diferente.